Dos semanas más pasaron volando.
Mi verano estaba llegando a su tenebroso final.
Cada día lo disfrutaba como si fuese el último, y cada noche deseaba que el tiempo fuera más despacio.
Mañana era mi cumpleaños. Había decidido no hacer nada este año, mis padres no estaban en el país, mi hermana no se separaba de Joe (Cosa que me hacía pensar en que no sólo iban a salir rotos dos corazones sino 4) y no iba a hacer nada en la casa sin él y simplemente este año no quería una de las fiestas que organizaba mi madre en Charleston.
Nick no comentó nada más sobre mi cumpleaños, lo que me parecía extremadamente sospechoso.
Bella me sermoneó durante días hasta que accedí a que ellos “Hicieran algo especial”.
No sabía que iban a hacer, ni dónde, ni quieres estarían, y mientras Nick dibujaba con calma y una sonrisa en su rostro me preguntaba que había dentro de su cabeza.
Estábamos en casa mientras los abuelos habían salido a visitar a un familiar al pueblo vecino.
Joe tocaba la guitarra mientras Monique tarareaba una canción. Kevin y Bella no estaban cerca, y tampoco quise pensar donde podrían estar.
Teníamos hambre, así que dejé de observar a Nick mientras dibujaba y fui a la cocina.
Haría panquecas. Si, panquecas a las 2:00 pm… pero quien decía que no?
Desde la cocina no se veía la sala. Fue lo único que lamente, me hubiese encantado poder ver a Nick desde esta dirección.
En fin... Saqué la harina de la alacena, el recipiente donde iba a hacer la mezcla, y luego los demás ingredientes.
Comencé a unirlos todos con el batidor, cuando sentí unas manos envolverme desde atrás.
Nunca, NUNCA, me iba a acostumbrar al cuerpo de Nick...
-Pensé que el señor Picasso estaba inspirado.
-Lo estaba, hasta que te fuiste.
-Tonto.
-Y que haces?
-Panquecas.
-Necesitas ayuda?
-No.
-Ok, me voy.
Nick me soltó y se dirigió a la puerta. En eso me llene un dedo de la mezcla para panquecas, corrí hacia él y le llené la cara con esa cosa viscosa.
Nick apenas podía creerlo.
Oh no. Estaba en serios problemas…
-Estás en serios problemas!!! –Haciendo eco de mis pensamientos.
-Oh no.
-Oh sí! Y es mejor que corras.
Le hice caso, di vueltas en la cocina, hasta que llegue al final y no había otra salida. Maldición!
Nick corrió hacia mí, ni siquiera pude gritar. El muy idiota me lleno de la mezcla para panquecas desde la frente hasta la barbilla.
-Nicholas!
Pero no se quedó así, por supuesto que no, me cargó y me llevó hacia el refrigerador, subió sus manos hasta mi cabeza y me aprisionó.
-Discúlpate.- Me exigió.
-No.
-Hazlo.
-No.
Estaba tan cerca que podía sentir su respiración, y el latir de su corazón acelerado.
Su aliento hacia que mi cabello se moviera, y sus ojos me miraban tan fijamente que me daban ganas de arrancarle la ropa ahí mismo.
No sé que me pasaba. Nunca había tenido estos instintos con nadie, pero Nick despertaba cosas en mí, que ni yo misma conocía.
Intenté besarlo pero el se apartó.
Con que este era el castigo no?
-Discúlpate.
-No lo haré. –Ahora sonreí yo, sabia que el estaba igualmente tentado que yo, así que no iba a resistir mucho tiempo.
Nick apenas rozaba sus labios con los míos, me estaba torturando. No podía ser así!
-Lo siento- Apenas pude susurrar antes de apoderarme de su boca.
El sonrió entre besos y me llevó cargada hasta el Mesón, donde me sentó para besarme más cómodamente. ¿Por que cuando estábamos solos no pasaban estas cosas, y cuando no lo estábamos me daban ganas de violarlo públicamente?
Con besos rápidos me quitó la mezcla de la cara mientras yo moría de la risa y hacia lo mismo con el.
-Te amo.
Esa frase me dejo helada, no fue como los “Te quiero de siempre”
-Te amo Miley Cyrus –Dijo antes de capturar mis labios de nuevo.
Le devolví el beso como nunca lo había hecho, cuando tuve que separarme de él por oxigeno. Nos quedamos un momento en silencio y con una lágrima en mi mejilla le contesté:
Mi verano estaba llegando a su tenebroso final.
Cada día lo disfrutaba como si fuese el último, y cada noche deseaba que el tiempo fuera más despacio.
Mañana era mi cumpleaños. Había decidido no hacer nada este año, mis padres no estaban en el país, mi hermana no se separaba de Joe (Cosa que me hacía pensar en que no sólo iban a salir rotos dos corazones sino 4) y no iba a hacer nada en la casa sin él y simplemente este año no quería una de las fiestas que organizaba mi madre en Charleston.
Nick no comentó nada más sobre mi cumpleaños, lo que me parecía extremadamente sospechoso.
Bella me sermoneó durante días hasta que accedí a que ellos “Hicieran algo especial”.
No sabía que iban a hacer, ni dónde, ni quieres estarían, y mientras Nick dibujaba con calma y una sonrisa en su rostro me preguntaba que había dentro de su cabeza.
Estábamos en casa mientras los abuelos habían salido a visitar a un familiar al pueblo vecino.
Joe tocaba la guitarra mientras Monique tarareaba una canción. Kevin y Bella no estaban cerca, y tampoco quise pensar donde podrían estar.
Teníamos hambre, así que dejé de observar a Nick mientras dibujaba y fui a la cocina.
Haría panquecas. Si, panquecas a las 2:00 pm… pero quien decía que no?
Desde la cocina no se veía la sala. Fue lo único que lamente, me hubiese encantado poder ver a Nick desde esta dirección.
En fin... Saqué la harina de la alacena, el recipiente donde iba a hacer la mezcla, y luego los demás ingredientes.
Comencé a unirlos todos con el batidor, cuando sentí unas manos envolverme desde atrás.
Nunca, NUNCA, me iba a acostumbrar al cuerpo de Nick...
-Pensé que el señor Picasso estaba inspirado.
-Lo estaba, hasta que te fuiste.
-Tonto.
-Y que haces?
-Panquecas.
-Necesitas ayuda?
-No.
-Ok, me voy.
Nick me soltó y se dirigió a la puerta. En eso me llene un dedo de la mezcla para panquecas, corrí hacia él y le llené la cara con esa cosa viscosa.
Nick apenas podía creerlo.
Oh no. Estaba en serios problemas…
-Estás en serios problemas!!! –Haciendo eco de mis pensamientos.
-Oh no.
-Oh sí! Y es mejor que corras.
Le hice caso, di vueltas en la cocina, hasta que llegue al final y no había otra salida. Maldición!
Nick corrió hacia mí, ni siquiera pude gritar. El muy idiota me lleno de la mezcla para panquecas desde la frente hasta la barbilla.
-Nicholas!
Pero no se quedó así, por supuesto que no, me cargó y me llevó hacia el refrigerador, subió sus manos hasta mi cabeza y me aprisionó.
-Discúlpate.- Me exigió.
-No.
-Hazlo.
-No.
Estaba tan cerca que podía sentir su respiración, y el latir de su corazón acelerado.
Su aliento hacia que mi cabello se moviera, y sus ojos me miraban tan fijamente que me daban ganas de arrancarle la ropa ahí mismo.
No sé que me pasaba. Nunca había tenido estos instintos con nadie, pero Nick despertaba cosas en mí, que ni yo misma conocía.
Intenté besarlo pero el se apartó.
Con que este era el castigo no?
-Discúlpate.
-No lo haré. –Ahora sonreí yo, sabia que el estaba igualmente tentado que yo, así que no iba a resistir mucho tiempo.
Nick apenas rozaba sus labios con los míos, me estaba torturando. No podía ser así!
-Lo siento- Apenas pude susurrar antes de apoderarme de su boca.
El sonrió entre besos y me llevó cargada hasta el Mesón, donde me sentó para besarme más cómodamente. ¿Por que cuando estábamos solos no pasaban estas cosas, y cuando no lo estábamos me daban ganas de violarlo públicamente?
Con besos rápidos me quitó la mezcla de la cara mientras yo moría de la risa y hacia lo mismo con el.
-Te amo.
Esa frase me dejo helada, no fue como los “Te quiero de siempre”
-Te amo Miley Cyrus –Dijo antes de capturar mis labios de nuevo.
Le devolví el beso como nunca lo había hecho, cuando tuve que separarme de él por oxigeno. Nos quedamos un momento en silencio y con una lágrima en mi mejilla le contesté:
-Nicholas Jonas-. Sonreí – Desde que te conocí he estado enamorada de ti. No es cierto! Fue desde la segunda vez que te vi.
El sonrió de una manera que casi me hace caerme del mesón.
Esta vez me dio besos cortos, en los labios, en la nariz, en la frente...
Juntó nuestras frentes y me prometió que siempre seria así.
Uno de los momentos más hermosos que compartí con él ese verano.
Nick era perfecto, el hombre que siempre soñé para mi. Mi príncipe encantador.
Escuché como alguien cerraba la alacena y volteé con miedo.
La abuela se iba con un vaso en de jugo en la mano y una sonrisa mientras negaba con la cabeza.
Definitivamente amo esta noveee.... es hermosa y muy distinta todas las que he leido
ResponderEliminarEres muii creativa continuala please
pff* me encanta.... continuala...
ResponderEliminarla amo, síguelaa!!
ResponderEliminarestoy de acuerdo con LiNiTa... es muy diferente y por eso me encanta.. es demasiado bella.. *-* seguila pronto.. <3
ResponderEliminarES MUUUUUUUUUUY BUENAAAAAAAAAAAAAAAA. ♥
ResponderEliminaraww.. *baba* ke guay!! me encanta!! y fijate ke nunca me interesaban esta clase de novelas, eh? :D
ResponderEliminar