Me desperté con un rayo de luz que casi me dejaba ciega. Cuando vi la hora maldije el hecho de no haber cerrado la ventana.
La abuela había preparado el desayuno, estaba sirviendo los wafles … Cuando entré a la cocina, le ayudé con lo que faltaba y cuando bajó Monique, desayunamos juntos.
Habían pasado 40 años desde que mis abuelos se enamoraron y aun se tomaban de la mano mientras desayunaban.
Se miraban de una manera tan tierna y envidiable que cualquier persona soñaría con experimentar alguna vez.
Monique y yo quisimos ir a la playa esa mañana. El sol brillaba en lo alto del cielo, en el muelle habían pequeñas tiendas improvisadas donde vendían todo tipo de comida, y decenas de hombres trabajaban duro para terminar los juegos que se estaban construyendo.
Al parecer, la feria comenzaría esta noche.
-¡Hey, extrañas! -Escuché gritar a mi espalda.
Nuestra tía de 22 años estaba detrás de nosotras.
-¡Bella! -Gritó Monique con entusiasmo.
-Hey tía. -Dije yo.
-Nunca me llames así en público.
- Lo recordaré -Y reí notablemente.
-Las extrañe chicas. Este verano será ¡in-cre-í-ble!
-¿Lo dice una mujer comprometida sin derecho alguno a divertirse? -Pregunté.
-Ja-ja-ja, muy graciosa. En serio chicas. Tengo tantas cosas planeadas para ustedes que sencillamente jamás olvidarán este verano.
Ya estábamos en la playa cuando de pronto sentí como alguien chocaba de frente contra mi y me hacía estamparme de espaldas contra la arena caliente. Abrí los ojos con cuidado para encontrarme con un el imbécil que me había arrollado.
El chico alto, delgado y de cabello oscuro y rizado me ofreció su mano para levantarme. Una mano que ignoré y me levanté sola. Bella intercambio algunas palabras con el chico. Pero para ese momento yo ya estaba alejándome de ahí mientras limpiaba la arena que había entrado hasta mis oídos.
Estaba enojada, y si así comenzaba mi maldito verano, ya quería que terminara.
Me acerqué a la baranda del mirador del muelle y trate de calmarme.
Cuando estaba un poco mas tranquila volví a la playa donde estaban las chicas sin decir ni una palabra.
-Te calmaste? -Preguntó Bella.
-Si. -Respondí, aunque realmente seguía molesta por esta tontería.
-No parece -Acotó Monique.
-Tengo que irme de nuevo o superaran el tema?
-Ya basta Miley, vamos a divertirnos. -me contestaron con una sonrisa.
No me quedó otra más que sonreír y olvidar el tema.
_____________________________________________________________
Terminé de leer las primeras páginas del diario, pues mi celular comenzó a sonar, trayéndome a un mundo más moderno. Uno al que nunca sentí que pertenecía.
"Y sin embargo pienso que este no es mi lugar, que todo es un relleno y nadie vive de verdad’’
La abuela había preparado el desayuno, estaba sirviendo los wafles … Cuando entré a la cocina, le ayudé con lo que faltaba y cuando bajó Monique, desayunamos juntos.
Habían pasado 40 años desde que mis abuelos se enamoraron y aun se tomaban de la mano mientras desayunaban.
Se miraban de una manera tan tierna y envidiable que cualquier persona soñaría con experimentar alguna vez.
Monique y yo quisimos ir a la playa esa mañana. El sol brillaba en lo alto del cielo, en el muelle habían pequeñas tiendas improvisadas donde vendían todo tipo de comida, y decenas de hombres trabajaban duro para terminar los juegos que se estaban construyendo.
Al parecer, la feria comenzaría esta noche.
-¡Hey, extrañas! -Escuché gritar a mi espalda.
Nuestra tía de 22 años estaba detrás de nosotras.
-¡Bella! -Gritó Monique con entusiasmo.
-Hey tía. -Dije yo.
-Nunca me llames así en público.
- Lo recordaré -Y reí notablemente.
-Las extrañe chicas. Este verano será ¡in-cre-í-ble!
-¿Lo dice una mujer comprometida sin derecho alguno a divertirse? -Pregunté.
-Ja-ja-ja, muy graciosa. En serio chicas. Tengo tantas cosas planeadas para ustedes que sencillamente jamás olvidarán este verano.
Ya estábamos en la playa cuando de pronto sentí como alguien chocaba de frente contra mi y me hacía estamparme de espaldas contra la arena caliente. Abrí los ojos con cuidado para encontrarme con un el imbécil que me había arrollado.
El chico alto, delgado y de cabello oscuro y rizado me ofreció su mano para levantarme. Una mano que ignoré y me levanté sola. Bella intercambio algunas palabras con el chico. Pero para ese momento yo ya estaba alejándome de ahí mientras limpiaba la arena que había entrado hasta mis oídos.
Estaba enojada, y si así comenzaba mi maldito verano, ya quería que terminara.
Me acerqué a la baranda del mirador del muelle y trate de calmarme.
Cuando estaba un poco mas tranquila volví a la playa donde estaban las chicas sin decir ni una palabra.
-Te calmaste? -Preguntó Bella.
-Si. -Respondí, aunque realmente seguía molesta por esta tontería.
-No parece -Acotó Monique.
-Tengo que irme de nuevo o superaran el tema?
-Ya basta Miley, vamos a divertirnos. -me contestaron con una sonrisa.
No me quedó otra más que sonreír y olvidar el tema.
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Terminé de leer las primeras páginas del diario, pues mi celular comenzó a sonar, trayéndome a un mundo más moderno. Uno al que nunca sentí que pertenecía.
"Y sin embargo pienso que este no es mi lugar, que todo es un relleno y nadie vive de verdad’’
Empieza a gustarme la Historia, creo que se pondra interesante asi que me gustaria que me avises cuando subas capitulo nuevo para leerla pliss.. en twitter soy @meLii_mEjiia y ya te sigo en @TheNileyFacts que por sierto ME ENCANTAN tus facts
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