Ahora sí, este ya es el capítulo final. Pronto les avisaré de una nueva novela. Y les repito: Gracias por estar al tanto de leer estos 20 capítulos♥ Enjoy it.
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-¿Algo nuevo? –Preguntó Monique.
-Listo – Dijo Bella convencida.
-¿Algo viejo?
-También.
-¿Algo prestado?
-Ya.
-¿Algo Azul?
-También.
Ya estaba todo listo, pero yo estaba demasiada nerviosa por todo esto que ni siquiera tenía capacidad para hablar.
Sentí un millón de mariposas revoloteando libremente en mi estomago. Lo que mas temía era que mis nervios destruyeran el trabajo que habían hecho las chicas en mí.
El vestido de novia era perfecto, soñado, al igual que cada detalle que adornaba hoy mi cuerpo. El jardín de la casa de mi abuela había sido el lugar escogido para la ceremonia y todo Seabrook estaba acá para presenciarlo.
Llegó el momento de salir.
La música resonaba en el lugar. Todos estaban expectantes deseando que el momento llegara, mientras que yo sólo deseaba que todo se acabara.
-Listo – Dijo Bella convencida.
-¿Algo viejo?
-También.
-¿Algo prestado?
-Ya.
-¿Algo Azul?
-También.
Ya estaba todo listo, pero yo estaba demasiada nerviosa por todo esto que ni siquiera tenía capacidad para hablar.
Sentí un millón de mariposas revoloteando libremente en mi estomago. Lo que mas temía era que mis nervios destruyeran el trabajo que habían hecho las chicas en mí.
El vestido de novia era perfecto, soñado, al igual que cada detalle que adornaba hoy mi cuerpo. El jardín de la casa de mi abuela había sido el lugar escogido para la ceremonia y todo Seabrook estaba acá para presenciarlo.
Llegó el momento de salir.
La música resonaba en el lugar. Todos estaban expectantes deseando que el momento llegara, mientras que yo sólo deseaba que todo se acabara.
Tenía miedo de caerme enfrente de todos. Tenía miedo de que se me rompiera un tacón o que por arte de magia se me cayera el vestido. Tenía miedo de que un enjambre de abejas asesinas me persiguiera por el olor del ramillete de flores que sujetaba tan fuertemente entre mis manos o que sencillamente se me olvidara decir “Sí, acepto”.
Estaba pensando en todas las formas posibles de hacer el ridículo cuando me di cuenta que ya estábamos en el jardín.
La marcha nupcial comenzó a sonar.
Mi familia estaba en ese momento tan mágico, seguía nerviosa, sí, pero el brazo de mi padre me sujetaba fuertemente, dándome apoyo y un poco de tranquilidad. Estábamos a punto de llegar al altar. Respiré profundo y lo vi ahí, bajo un arco de flores.
Estaba perfecto. Mas que nunca, y era mío.
Sí, él me esperaba con una sonrisa en el rostro.
Sólo de verlo todos mis nervios se esfumaron por completo y una ola de sentimientos me tomaron desprevenida.
El sacerdote dijo unas hermosas palabras que para ser sincera ni siquiera escuché. Estaba totalmente encantada con la visión de mi futuro esposo frente a mí...
-Nicholas Jerry Jonas Miller, ¿acepta usted por esposa a…
-Sí, acepto-.
Todos en la ceremonia empezaron a reír por la interrupción de Nick. Pero yo sentí un millón de lagrimas recorrer mis mejillas.
-Srita. Miley Ray Cyrus Finley, ¿acepta usted por esposo a…
-Sí, si acepta- Repitió Nick con una sonrisa.
-Nick, ¡déjame contestar a mí!-.
Todo el mundo reía. Yo estaba feliz y ya completamente relajada… Pero el nudo en la garganta sólo me permitió responder:
-Acepto-.
Nick me sonrió. Su sonrisa era la más hermosa que podía haber visto por el resto de mi vida. Me daba seguridad y sólo con verlo ahí, parado frente a mí, estaba totalmente segura que estaba casándome con la que persona con la que quería pasar el resto de mi vida.
Yo ya tenía los ojos llenos de lágrimas así que difícilmente podía ver.
“Nicholas, puedes besar a la novia”. Sólo eso bastó para que en una fracción de segundo yo terminara en los brazos de mi ahora esposo...
Con quien estaría una vida entera...
Me separé sólo unos instantes para recibir los abrazos de mi familia y amigos para volver a los suyos y bailar nuestra primera canción como el “Sr. y la Sra. Jonas”.
Un título que me acompañaría por el resto de mi vida.
- Prometí ante Dios amarte el resto de mi vida - Me susurró- pero no me basta. Te lo diré a ti. Te amo-.
Y me besó de la misma forma que el día que lo conocí… ese día en la feria, cuando yo pensaba que lo iba a odiar por el resto de vida… Pero ahora el chico de cabello rizado con el que tropecé, era el hombre a quien le había prometido ante Dios amarlo …
- Prometí ante Dios amarte el resto de mi vida - Me susurró- pero no me basta. Te lo diré a ti. Te amo-.
Y me besó de la misma forma que el día que lo conocí… ese día en la feria, cuando yo pensaba que lo iba a odiar por el resto de vida… Pero ahora el chico de cabello rizado con el que tropecé, era el hombre a quien le había prometido ante Dios amarlo …
En eso estaba pensando cuando alguien empezó a hablar por el micrófono…
-¡Pónganme atención!- Gritó Joe arriba de una silla mientras golpeaba suavemente la cuchara en la copa. –Quiero decir algo.
El Sr. Jonas negó con la cabeza anticipándose a cualquier cosa absurda que seguramente su hijo Joe estaba a punto de decir.
-Miley, Liam- Todos cambiaron su expresión por una de confusión al escuchar lo que decía- Ah!!! Siempre si te quedaste con Nick, ¿verdad?
Todos soltaron una carcajada entre abucheos para que continuara con su discurso, si es que iba a decir alguno.
-Está bien.- Continuó Joe-. Quiero decirles que estoy muy feliz de que hayan regresado y de que hayan decidido vivir juntos, dormir juntos, limpiar la casa juntos, tener hijos juntos y corretearlos en el jardín juntos… Esperen, ¿En serio se querían casar?
Otra vez, los invitados empezaron a reírse, pero Joe siguió hablando.
-Si hay alguien que es testigo de lo mucho que se aman, soy yo. Les deseo que sean muy felices. Ámense mucho y todo lo demás vendrá por sí sólo. Felicidades. Y añadir, Nick, que cuides a tu esposa, hay muchos hombres sexys como yo que estamos solteros, tal vez podríamos aprovechar y en una de esas te llega la demanda de divorcio.
Otra vez, todos empezaron a reír. Joe se bajó de la silla y todos comenzamos a bailar. Llenos de felicidad, de baile, de risas, de lágrimas… así iba a pasar el resto de mi vida junto al hombre que amo…
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Ally corrió a los brazos de Damen tomándolo totalmente desprevenido cuando el llegó a la casa a hacer una tarea del instituto. Lo besó de tal manera que no quedó duda alguna de lo que sentía por él. Un nuevo amor, un nuevo comienzo, un nuevo camino que recorrer…
El viento hizo que se pasara a la última página del diario de Miley, que descansaba en la mesa del comedor. Ese libro era el fiel testigo de la pasión inexplicable que habían compartido Nick y Miley.
Miley sonrió al leer lo último que había escrito en él, y recordó claramente aquel momento. En eso estaba cuando Ally llegaba a la casa gritando que ya era novia de Damen.
Nick, un tanto más viejo, pero con la mirada igual de intensa clavada en su esposa, iba bajando lentamente las escaleras apoyado en un bastón.
-Abuela- preguntó Ally- ¿Qué pasó con Liam?
Nick le respondió.
-Eso te lo contaré yo. Fui a su casa y le rompí la cara por haber pretendido quedarse con mi chica.
Ally estalló en carcajadas.
-Ally- interrumpió Miley- simplemente hablé con él. Le agradecí todos los momentos hermosos que me había regalado, pero por más que intenté enamorarme, mi corazón ya tenía dueño- dijo observando a Nick - Tu abuelo y yo somos muy felices. Pero es por que nos casamos enamorados. Ese es el secreto.
Miley repitió lo que había dicho mi madre justo antes de su boda y tenía razón…
Nick interrumpió esos pensamientos cuando se acercó a besar a Miley, justo como lo había hecho un millón de veces en una vida entera…
FIN .